MILONGA en La Luna:
SABADO 17 de DICIEMBREa partir de las 21:30 hs

Festejamos el Cumpleaños y nos despedimos hasta pronto:



Con tu entrada participas del sorteo de una prenda de Naranjo en Flor !!






BAILAN Natalia Puccioni y Rodrigo Verón!!
Y como siempre, en Diciembre, sorteamos la Caja de Felices Fiestas!!

Inf y RESERVAS: 4795-7586 y (15) 4196-5342
Club 25 de Mayo
Florida 2010 - OlivosMusicaliza: César Fernández

CLASE los Viernes de 20 a 21.30 hs + un rato practicando!
La receta de mi Abuela (Portal Mayo '09)

Desde que tengo memoria mi abuela, que era polaca (además de bastante sabia y excelente cocinera), preparaba unas galletas: los "Kijelej". Recuerdo la imagen de su mano pasando las galletas por el azúcar.
Hasta el día de hoy mi madre se los prepara a mis hijos (y, debo de reconocerlo: a toda la familia).
Cuando mis hijos eran chicos yo los preparaba y los guardaba en una lata que con el transcurso de los años se llenó de algo especial y aún hoy la conservo a pesar de varias mudanzas y los desprendimientos forzosos a que éstas nos obligan.
Recordando anécdotas de esta receta que está en la familia desde antes que las mujeres que hoy la componen, escucho con increíble asombro y profunda emoción el relato de cómo los kijelej llegaron hasta la Argentina desde tan lejos, lejos en el espacio y en el tiempo. Sabía de dónde habían llegado, pero no cómo...

Mi abuela bastante jovencita y ya con su primer hijo nacido en Polonia, no quería irse de su tierra ni dejar a su familia. Mi abuelo, visionario de una Guerra, quería irse. Y le gustaba Argentina.
Una vez instalado aquí la mandó a buscar. Y ante su negativa a venir ¡la fue a buscar en persona! Y, afortunadamente para mi existencia, la trajo con hijo y todo (el mayor de mis tíos)...
Cuando mi abuela, resignada, estaba por venir a la Argentina su madre la despidió con una lata de Kijelej, receta que a su vez había heredado de su madre y era tradición y costumbre prepararla en la familia, como esas cosas maravillosas que se transmiten de generación en generación. Y en el puerto se la entregó a mi abuela para el viaje diciéndole que las llevara con ella y que no dejara que sus recuerdos de Polonia se le quedaran en el mar.

Hoy siguen presentes entre nosotros, en Vicente López desde hace 30 años!
Desde las latas de mi abuela que las trajo desde tan lejos.
Hasta las latas de mi madre que las trajo a V. López.
En las mías que nunca me quise ir de acá.
Y algún día estarán en las de mi hija...
Me alegra que a mi Abuela no se le cayeran sus recuerdos al Mar!

Creo que hacer lo que sabemos, lo que nos gusta, lo que nos cedieron con amor quienes nos antecedieron en la vida nos llena de orgullo y placer. Es parte de nuestra identidad.
Como hoy lo es para mí, y para tantos otros, el amor por el Tango, la pasión por algo tan nuestro, que nos define y representa orgullosamente en el mundo entero.
Identidad de un pueblo que “desciende de los barcos”. Y sin perder lo que nuestros abuelos nos trajeron y heredaron con amor, encontramos lo que somos luego de una larga historia... Y encima ¡lo bailamos!!
¿Qué más se puede pedir?

Ayer, Hoy y Mañana (Portal Junio '09)

En el artículo anterior escribí acerca de las galletas de mi abuela, receta que llegó desde Polonia y que aún hoy se encuentra en mi familia, recibida en el puerto con la recomendación y el deseo de que no se perdieran sus costumbres al atravesar el Océano.
Pienso en lo importante que es tener una identidad, preservarla y transmitirla a quienes nos siguen en el camino de la vida: hijos, sobrinos, nietos, alumnos, discípulos... Transmitir lo que uno es y aquello en lo que uno cree, es un legado de un valor incalculable. En general lo hacemos casi sin darnos cuenta, en las pequeñas cosas de todos los días, y a veces es con toda intención: disfrutamos y enseñamos aquello que somos, con pasión y orgullo. Sea una receta, un concepto, o una canción... algo que es muy nuestro, que sabemos desde siempre, y que alguna vez hemos recibido con afecto de alguien que nos precedió.

Algún día nuestros abuelos llegaron. Pasó bastante tiempo desde entonces...
Hoy, a tantos años de haber llegado nuestros abuelos a estas tierras, veo como se van nuestros hijos... y debo reconocerlo: duele.
Que se vayan buscando estar mejor en otras tierras. Donde valga lo que aprenden. Donde puedan salir a la calle sin temor a no volver. Donde la vida valga más que un par de zapatillas... Donde el sueldo por cualquier trabajo digno alcance para vivir. Donde se pueda crecer con esperanzas. Donde valga la pena tener sueños y la triste realidad de la calle no los baje de un hondazo...

Y hoy, en reemplazo de la lata de galletas en el puerto de Polonia, lejos de aquella escena de mi abuela y su madre, me encuentro en el Aeropuerto de Ezeiza frente a mi hijo con el CD “Milongueros” en la mano temblorosa (los tiempos han cambiado y la tecnología también, aunque no los afectos).
Después de despedirlo y abrazarlo con un abrazo como para que dure entre las fotos que atesoramos en el corazón le regalé el CD de Tangos con el profundo deseo de que la historia que vivió hasta acá no se le pierda al cruzar el Océano.

Algún día nuestros abuelos eligieron venir.
Hay quienes algún día elegimos quedarnos.
Ojalá nuestros hijos elijan volver...

Mientras lo extraño, brindo por el futuro y trabajo por tener un país mejor. Un País al que den ganas de volver.
Está en nuestras manos poder lograrlo.
Y ojalá nos acompañen en este deseo quienes realmente tienen el poder de conseguirlo.

Hasta la próxima.

Bailando en La Luna...
En la mesas: las Estrellas que indican las mesas que siendo mixtas, están dispuestos a bailar con los demás.

PROXIMA MILONGA:

VIERNES 20 DE JULIO - 21.30 hs MILONGAAAAA
Sede del 8º Campeonato de Tango en Zona Norte
Edición especial de La Luna, festejamos el Día del Amigo y más!
Música: Pablo Romano

La Luna se despide entre amigos, venis?

En el Club 25 de Mayo
Florida 2010 - Olivos
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Próxima MILONGA: VIERNES 20 de JULIO

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